¿Belem? "Lee mis labios: no me rendiré", asegura António Filipe.

El candidato presidencial António Filipe garantizó este viernes que, de ser elegido, "defenderá la Constitución", enumerando este deber como el más importante para un jefe de Estado.
En una entrevista con RTP, el candidato apoyado por el Partido Comunista Portugués (PCP) afirmó que «lo que se espera de un Presidente de la República es que ejerza las atribuciones que le confiere la Constitución», protegiéndola y velando por su cumplimiento. Sin embargo, recalcó que no oculta su ideología política: es, y siempre ha sido, comunista.
¿Gobierno de extrema derecha? "Imposibilidad lógica"
Al preguntársele qué haría si estuviera en el poder en un momento en que un gobierno de extrema derecha obtuviera la mayoría de los votos en unas elecciones legislativas (y lograra la mayoría absoluta), António Filipe desestimó rápidamente la pregunta, afirmando que sería «una imposibilidad lógica». «Es improbable que el mismo electorado pudiera elegir a un presidente del ala comunista y a un ejecutivo de Chega», explicó, admitiendo que, en esa situación, «no podría inventarme un primer ministro que no existe».
También recordó el ejemplo de la "Geringonça" en 2015, una solución de gobierno que ofrecía un liderazgo alternativo del partido con mayor número de votos. "Sea cual sea la solución de gobierno, si el Presidente tiene que coexistir con un gobierno que se le opone políticamente, tiene que acatarla ", recalcó.
"Está claro que haré todo lo posible para asegurar que no haya gobiernos en Portugal con partidos de extrema derecha", añadió.
En cualquier caso, su principal función, que desempeñaría con cualquier partido en el poder, sería la de “vigilar”: “El Presidente de la República es el máximo garante de la Constitución [...], del régimen democrático”.
"Los portugueses tomaron las decisiones equivocadas."
Cuando anunció su candidatura, recordó, solo se conocían las de Henrique Gouveia e Melo, Luís Marques Mendes y António José Seguro (quien inicialmente no se definió como candidato de izquierda). Esto, sumado al hecho de que todos los órganos soberanos están actualmente dirigidos por la derecha, le hizo decidir que era importante presentar su candidatura.
«El pueblo portugués tiene capacidad de discernimiento, pero ha tomado decisiones que, en su mayoría, considero erróneas», confesó, refiriéndose al dominio de la derecha en la mayoría de las ramas del poder. «Son legítimas, al igual que es legítimo que yo quiera reequilibrar esta situación mediante la voluntad popular. En otras palabras, creo que el pueblo portugués tiene la posibilidad de elegir a un presidente de izquierdas que pueda ser un contrapunto».
El candidato también propuso ser un presidente que “no acepte el statu quo”, específicamente en lo que respecta a la situación de la atención médica, el acceso a la vivienda o incluso la vida de los trabajadores “que se empobrecen a causa de su trabajo”.
"Esto me preocupa, y creo que el Presidente también debería preocuparse y usar sus poderes, su influencia y sus facultades constitucionales para cambiar esta situación", recalcó, añadiendo: "No podemos sentirnos tranquilos ni cómodos con la situación que vive el pueblo portugués".
António Filipe argumentó además que, en su opinión, un jefe de Estado "no debe ocultar sus opiniones al pueblo portugués: debe ser franco, debe hablar con claridad, no debe esconderse tras tácticas políticas".
"Aunque el Presidente tenga un veto político que sea anulado", debe transmitir su opinión a los miembros del Parlamento y "debe ser sincero, debe exponer su opinión ante la Asamblea de la República si considera que la legislación aprobada va en contra de lo que él considera que son los intereses del pueblo portugués".
António Filipe discrepa del apoyo financiero y militar a Ucrania.
En el ámbito internacional, el candidato recalcó que «no estaría en la Presidencia de la República vistiendo la camiseta de un partido», al ser preguntado sobre su postura respecto a la guerra en Ucrania. Sin embargo, admitió no estar de acuerdo con el apoyo militar y financiero que la Unión Europea (UE), y con ella Portugal, ha estado enviando a Kiev desde el inicio del conflicto.
"No es alimentando la guerra como pondremos fin a ella", argumentó. "La mejor ayuda que Portugal podría brindar a Ucrania sería colaborar para que, de una vez por todas, se logre un proceso de paz que ponga fin a esa guerra, y entonces podremos dialogar con calma", afirmó.
Respecto a la posición de Portugal en las organizaciones europeas, concretamente la OTAN y la UE, el candidato consideró que el país "debería tener voz propia" y "no subordinar su política de defensa ni su política exterior a intereses supranacionales, a los intereses de potencias más relevantes o poderosas".
"Léanme los labios: no me rendiré"
Al preguntársele sobre su disposición a retirarse de la segunda vuelta en favor de un candidato de izquierda mejor posicionado, António Filipe respondió: "Nada más lejos de la realidad".
"Que quede claro, escuchen mis labios: no me rendiré ante nadie. Voy a la primera ronda con la ambición de llegar a la segunda."
Al ser preguntado sobre posibles escenarios con resultados diferentes, António Filipe desestimó el comentario, afirmando que "no tiene sentido hacer esas preguntas", y comparó la situación con jugar a la lotería.
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